martes, 28 de enero de 2014

Cosa de arquitectura imaginaria

No existe ese misterioso botón de pausa del que todos hablan. No puedo decidir parar las cosas cuando a mí me dé la gana. Puedo tomármelo con calma, pensaro y analizarlo, pero el mando a distancia universal sólo es para la televisión. No puedo evitar darle vueltas a mis sueños de esta noche en mi cabeza, ni dejar de pensar en el "¿y si hubiera hecho otra cosa en ese momento?". Muchas veces al día me pasa por la mente la idea de abandonar y empezar de nuevo, pero ese ya es un truco que he utilizado demasiado. Los cuentos de hadas, con ponys, unicornios, purpurina y florecitas son geniales, pero vivir todo el tiempo en ellos es completamente imposoble. Sólo quiero dormir, soñar algo nuevo y despertarme sabiendo responder por lo menos a una de mis preguntas. Porque yo sola no me siento capaz. Hay días en los que casi no me mantengo de pie. Y, sinceramente, no se si podré aguantar también el peso de tu bienestar sobre mí. No sé si juntos podremos. Por ahora, me queda creer en ello·

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